1. Identifica cuáles son tus límites
Es importante que te des un tiempo para tomar consciencia de cuáles son los límites de tu vida, esto te ayudará a saber hacia dónde dirigirte y por consiguiente comunicar a los demás tus verdaderos deseos.
2. Acéptate y ámate
Cada vez que estableces un límite debes saber que esto proviene de tu propia validación, ya sea de tu punto de vista o de tus sentimientos y deseos. Esto no significa que sea “sencillo” sobre todo en una sociedad que nos enseña que la aprobación viene de afuera, pero siempre puedes transformar esta visión, darte una pausa para observar y aceptar todo lo que surge de ti. Amarte es poner tus deseos y sentimientos primero, siempre desde el amor (contrario al capricho).
3. Respeta los límites de los demás
Analiza si tu respetas los limites de las demás personas ¿Cómo reaccionas cuando un amigo, compañero de trabajo, familiar o pareja establece sus propios límites? ¿Te sientes rechazado? ¿respetas los limites de esa persona? Esta pregunta no tiene el objetivo de hacerte sentir mal, sino de volverte consciente de si das lo que quieres recibir.
Si eres congruente con este aspecto será más sencillo que los demás también respeten tus límites, de lo contrario se
guirás potenciando esta actitud con tu ejemplo. Cuando alguien establece un límite no te queda más que respetarlo, algunos motivos quizá los conozcas y otros no pero lo importante es que esa persona te está diciendo algo relevante para ella, valora su opinión y hazle sentir seguro de establecer sus propios límites.
4. Establece límites también contigo
El proceso de identificar tus propios límites, aceptar lo que sientes y amarte a ti mismo, te permite respetar tus deseos, además de cumplir tus palabras ¿Ahora comprendes por que todo comienza en el interior? Si tienes claro lo que
buscas será más sencillo que tu mismo respetes tus propios acuerdos, pues sabes de donde provienen y que tan importantes son para ti, se vuelve un deseo realmente completo, no se trata de culparte una y mil veces por no hacerlo, más bien se trata de conocer tus motivos y abrazarte continuamente para llevarte al lugar en el que deseas estar.
5. Identifica lo que no depende de ti
Cuando estableces un límite de forma amorosa y clara, ya no está en tus manos que la otra persona pueda comprenderlo, en algunas situaciones lo aceptarán pero quizá habrá momentos en los que no. Debes saber que hay cosas que están bajo tu control y otras que escapan de tus manos, algo que puedes controlar es comprender tus límites y respetarlos; sin embargo, la reacción de la otra persona es algo que no puedes elegir.
Es importante identificar cuando una persona no está respetando tus limites, si este es el caso, no bajes la guardia. Ahora sabes que el límite que has establecido surgió de algo sincero y profundo en tu interior, eres tu prioridad, esto no quiere decir que estás siendo egoísta, sino que sabes valorar tus sentimientos y decisiones, así como también respetas la forma de actuar de cada individuo.
Con amor,
Emma